domingo, 26 de agosto de 2007

A los seis niños indígenas que perecieron en los incendios en las selvas del Paraguay, sin que nadie preguntara sus nombres. Septiembre, 2007

Incendio de viento
follaje herido en tus ojos
fuego de furia en tus raíces
ríos de antiguos yerbales
hoy son lava ardiente en tus venas.

Es el crepitar del universo
y es un grito de guerra en tu piel de yerba
¿Serán tus sueños de tierra roja
que en esta hora inmensa como un segundo
se encienden en el cielo?
Esta noche hay gritos de pindó y de memoria
en mi voz que te pronuncia
y hay mil hogueras amargas
quemando mi silencio
los árboles de tu ausencia
se hacen cada vez más inmensos
y solo quiero ser
el torbellino de tu sombra
la palabra sagrada
las flechas antiguas de tu selva
la lluvia para tu fuego embravecido
quiero ser el universo herido
el atardecer dormido
que te aguarda
detrás de la tormenta.

lunes, 11 de junio de 2007

Aquí somos así

Aquí somos así
imperfectamente dulces como la chicha amanecida
olvidamos mirar nuestras sombras alargadas en la siesta interminable
Aquí somos así
estamos condenados a morir a cada instante
sin rostro
y tendidos boca arriba
buscando el lejano cielo
la tierra sin mal
yvy-maraney´i
donde el dolor se frunce al final del dia.

no temas
que el viento respire sobre tus manos
su hálito tibio de remolinos ausentes
es solo el nuevo sonido
tajo en la tierra
subiendo en grito de tambores
resoplando cansino
el silbido de la selva en sus takuaras.
Aquí somos así
imperfectamente dulces como la chicha amanecida

En esta manzana (a Tejada Gómez y otros poetas glandulares)

Veo en esta manzana
la cotidianeidad de mil miradas
cáscara roja de palabras
envolviendo mi temblor de máscara
pulpa de arena
millón de veces caminada
mil veces reída por los dientes que se acercan
manzana pronunciada sin la z
gritada por la ventana como manchón de fiesta
manzana que grita rojez
manzana que agita mi voz
cuando la pronuncio y la pruebo
desleida en la lengua, se hace texto de boca que la permea

miro esa manzana
y no la encuentro
si no digo que la veo
que está allí
sencillamente no es.

Consagración

Mientras cae la noche
y el viento relincha sus ramas de grito
mientras tiembla la lluvia al sonar mi palabra
tambores de nácar
rebotan el rito
y es el horizonte rojo de cintas líquidas
tirando de su carro de nubes
y es mi corona de plumas
una enorme llama
que retuerce los pétalos del infinito

Invierno (A Goyo)

Brazos de flores sobre mi casa.
El viento sur trae tus cenizas.
Los corredores lucen más anchos,
tu ciega respiración calma mi risa.

En tu mirada habitan extrañas músicas de alas.
Una edición de lujo del Martín Fierro
resbala de mi hamaca.
He pasado la noche buscando
las hojas removidas de tu nombre.

Guitarra lunera

en tu guitarra se enciende la lumbre
y veo mi sombra enredándose en la arena
hay sones gitanos en mi sangre
y es la luna luna
la luna llena

domingo, 3 de junio de 2007

¿Dónde estás, mi luz? (Para Luciana)

esta noche espesa
¿dónde estás, mi luz?
¿serás la estrella que me tiembla entre los dedos
que pequeña y brillante
se me escapa
cuando sueño?

vuelas,
y vuelvo a ser niña
persiguiendo mariposas
y vuelvo a ser cielo
polvo primero
del mar universal

esta noche
cuando ilumines el aire
en mis manos se abrirán
los ojos de la tierra.

jueves, 31 de mayo de 2007

Mangoré

Mangoré,
Memoria enredada en el viento y en las aguas
camalotes de sueños flotando en mis de entrañas
fluido de susurros
girones de siesta hundida
en sus guayabas.

Aquí te espero
con guirnaldas de jazmines en mi pelo
hundo en la tierra una señal
para ti
que vienes de otros ríos
aunque llevas el color del Paraná
porque en tus ojos
atardece la hamaca del viento norte.

sábado, 26 de mayo de 2007

Ellos siguen en el río

Ellos siguen en el río

Las palabras sumergidas
abrieron alas en el río
guardaron sus raíces
sin consuelo
lavaron la piel de la tierra herida
lamieron las rocas de sus puños apretados

Arenas sombrías
tibia respiración de sombras
exhalación en bocas abiertas
volcanes bostezando pestes masivas

Sintonía de voces malheridas
canción del adiós nunca expresada
raíces de soledad

pies descalzos solitarios sin huellas
huellas transparentes
nucas desnucadas
canción de soledad tardía
salmos del ayer
soledades desprestigiadas
nubes del sur floridas
olas de flores
vientos de flores
cantos enredados de flores
cuando sube desde la tierra roja
el olor a podredumbre

Ellos siguen en el río.

los que se fueron
los extirpados
los que no están aunque no quieran
ojos tiernos mirando desde los años
subiendo desde la sombra húmeda
a teñir las barbas de los sabios
locuras muertas en un perdido día
de un perdido año
subiendo a teñir la cumbre
de su sangre amanecida

Ellos siguen allí
como el río
siempre están
siempre regresan
de la chacra de los vientos tibios
ellos siguen allí
desaparecidos.

Noche blanca

Esta noche blanca
las montañas son mi espejo
y llevo semillas del universo en el alma
las piedras de agua crecen
y derraman sus lágrimas
allá arriba
suenan ríos de viento
(Otavalo, Ecuador, 2007)